Mi maternidad dinamitada.

Hoy me he levantado triste, tanto que todo mi cuerpo pesaba horrores. De hecho me costó salir de la cama. Lo conseguí porque no me quedaba otra. Ahí se encontraba mi pequeña mirándome expectante a que yo le prestara atención. Le cambié los pañales, preparé el desayuno, se lo di y yo me comí el mío y no hice nada más hasta que se durmió de nuevo. Encendí el ordenador y limpie mi correo electrónico. Una actividad fácil, entretenida y útil, ideal para estos momentos en que no quieres hacer nada pero que la inactividad tampoco te apetece. Momentos de pesadez y hastío. Cuando se despertó salimos a comer en el puesto de la esquina y de vuelta a casa se durmió otra vez. Qué bien, más descanso. Me puse a escribir estas palabras.

Ahora mi ánimo ha mejorado, pero lo he pasado mal. Y es que ayer mi pequeña, mi cosita, mi vida, mi amor se dedicó a morder mi pezon. Sí, todas las veces que mamó me lo agarró con sus dientes. ¡Qué dolor! ¡Y qué desesperación! Todas las veces excepto cuando se dormía.

Por la noche, tumbadas en la cama preparadas para el descanso nocturno volvió a hincar su dentadura. Grité tanto que ella acabó llorando. Grité y lloré. Mi maternidad se dinamitaba por los aires.

Al rato volví a intentar dormirla colocándola en la Manduca. Però ella ansiaba mamar y mi pecho no estaba disponible. Me negaba. Sentía miedo. ¡Me daba pavor! Qué horror. Ella volvió a llorar, esta vez desesperadamente. No era capaz de dormir sin la teta. Al fin accedí a darle, a pesar de su intenso llanto estaba prácticamente dormida.

Hoy no me ha mordido. No se si por el grito de ayer, si por las penosas consecuencias, o por el recordarle cada vez que la pedía que si mordía se quedaba sin ella. Creo que es el episodio más duro de lo que llevo de crianza. Más que las grietas del primer mes pues ya no me esperaba volver a tener problemas con la lactancia. Ha resultado tan inesperado y perturbador. Y me he dado cuenta que destetar no es tan fácil, ni para el bebé ni, según como, para la madre.

Buf. Voy a dormir con mi pequeña (que me resisto a llamarla monstruito).

2 respuestas a «Mi maternidad dinamitada.»

Replica a canallathor Cancelar la respuesta